Los niños no pueden con todo: también son perjudicados por los ultraprocesados

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Los niños de 3 a 6 años ya sufren las consecuencias negativas para su salud del exceso en el consumo de alimentos ultraprocesados. 

Pixabay

Los ultraprocesados son ricos en grasas saturadas, azúcares, sal y aditivos y, a la vez, pobres en nutrientes esenciales. Curiosamente, los niños se encuentran entre los principales consumidores porque sus padres creen que pueden con todo porque no suelen tener problemas de colesterol o hipertensión.

Sin embargo, un estudio llevado a cabo en la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili (URV) y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV) –que forman parte del consorcio CIBERObn del Instituto de Salud Carlos III–, sugiere que existe una relación directa entre el consumo de alimentos ultraprocesados e indicadores de salud cardiometabólica en niños y niñas de entre 3 y 6 años.

Según los resultados, publicados en la revista JAMA Network Open, los niños que ingieren mayores cantidades de este tipo de comestibles tienen más peso corporal, mayor circunferencia de la cintura y mayor proporción de grasa. También poseen índices elevados por encima de la media de azúcar en la sangre y menos colesterol HDL bueno. 

Los investigadores advierten que es necesario reconocer la importancia de los hábitos alimentarios tempranos y sus implicaciones en la salud cardiometabólica.

Debido a la metodología utilizada, a partir del estudio no se pueden establecer relaciones de causa y efecto, pero pone de relieve la urgencia de abordar el problema del consumo excesivo de alimentos ultraprocesados en la población infantil, instaurando políticas públicas y adoptando medidas preventivas.

Sustituir esos productos en la cesta de compra por opciones más saludables, como verduras y frutas frescas, legumbres y otros alimentos enteros, es básico para proteger la salud a largo plazo de las generaciones futuras, explican los autores de la investigación. 

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