Disfruta de la montaña con intensidad

A muy pocos les gustaría verse en la piel del alpinista que está pegado a una pared vertical, sujeto por cuerdas y en tensión para no dar un mal paso y precipitarse en el abismo. Hay que reconocer que los escaladores están hechos de una madera especial. 

En cambio, muchas personas si están dispuestas a añadir un poco de aventura a los tradicionales paseos por la montaña: caminar a paso ligero por sendas pedregosas, ascender montañas por senderos costosos pero accesibles y, si es necesario, trepar, sin riesgos y sin ayudas técnicas, a las rocas. 

En lugar de pasar todo el día al aire libre realizando un ejercicio físico constante pero de baja exigencia, se puede programar una salida más corta e intensa que reúna los beneficios del contacto con la naturaleza con la realización de una dosis extra de esfuerzos muscular y cardiorrespiratorio. 

Además se pueden programar recorridos en los que no falten las  dificultades que obliguen a cultivar, por ejemplo, las habilidades equilibristas o el sentido de la orientación.

¿Cuán intensa puede ser la caminata? Quien está acostumbrado a realizar ejercicio físico sabe cuál es el ritmo de esfuerzo que puede mantener, pero como regla general ha de dejarse sentir sobre la respiración (más profunda y acelerada de lo normal) sin que llegue a faltar el aliento. Si esto ocurre hay que pararse, descansar y reducir la marcha. 

Los efectos sobre la salud son numerosos y bien conocidos, entre ellos, protección del corazón y el sistema circulatorio (baja la tensión arterial y el colesterol), prevención de la osteoporosis, aumento de la oxigenación y del rendimiento respiratorio o mantenimiento bajo control del peso (caminando a unos cómodos 4 kilómetros por hora, una persona de 68 kilos quema unas 240 calorías en una hora). Y no hay que olvidar los beneficios mentales y emocionales: el ejercicio físico intenso, junto con el contacto con los elementos naturales, aportan vitalidad a raudales, seguridad en uno mismo y equilibrio.  

Recomendaciones

• Es necesario calzar botas adecuadas (de piel y de media caña) con dos calcetines de algodón en cada pie para caminar con seguridad por la montaña. 

• Hay que llevar suficiente agua para reponer líquidos, así como algún alimento energético (por ejemplo, barritas de cereales o manzanas). 

• Es importante no descuidar la vestimenta: no debe provocar un calor excesivo. En otoño e invierno se pueden superponer varias prendas que puedan sacarse y ponerse fácilmente).

• Otros elementos recomendables son mapas, brújula, un pequeño botiquín y teléfono móvil (sobre todo si se realiza la caminata en solitario, lo cual no es recomendable).

• Corre responsablemente por la montaña sin que tus pasos dejen huella alguna. Sin maltratar las plantas ni los animales, sin dejar basura, sin hacer ruido.

• No pongas el batir la marca personal por encima del disfrute de la montaña.

El mito Kilian Jornet

Kilian Jornet es el corredor y deportista de montaña por excelencia. Pocas personas pueden pretender imitarlo en la práctica, pero es una inspiración para muchos amantes del deporte y la vida en la naturaleza por su actitud y filosofía más que por sus extraordinarias marcas. Puedes conocerlo mejor en estos vídeos:

Summits of my live
Killian Jornet off the record